By Carlos Ilardo
Hace casi una década, el escritor y periodista argentino, Tomás Eloy Martínez escribió para La Nación un artículo bajo el título “El ajedrez de los vencidos”; con la particular impronta que caracterizaba al autor de “Santa Evita”, contaba las imágenes menesterosas de los pobres maestros que vagaban por España de pueblo en pueblo, trocando sus saberes por mendrugos. Allí también hacía alusión a los pactos subterfugios sobre el resultado de las partidas que podía modificar el puesto final en la tabla de posiciones y su escala en premios.
Aquí en argentina, un informe realizado por un grupo de maestros -nucleados en la Asociación de Profesionales de Ajedrez (APA)-, apuntó a la extraña definición de más de 20 torneosdonde varios de sus protagonistas consiguieron incrementar su ranking Elo (sistema de puntuación en el ajedrez) y en otros casos, alcanzar normas de maestro internacional o gran maestro. El trabajo fue elevado para su consideración a la Comisión de Ética de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE); si se comprueban las irregularidades podrían caber penas contra los jugadores, árbitros y organizadores.
Disfruté lo poco que el tiempo me permitió de la amistad con Tomás Eloy Martínez, un gran aficionado al ajedrez. Fue justamente el milenario juego el que nos unió y una cruel enfermedad la que nos alejó el 31 de enero de 2010. Puede manifestarle mi admiración por aquella y otras notas y, también mi lamento por no escribir el prólogo de mi primer libro “Jugadas de la Memoria” (Editorial Al Arco, 2006).
“Carlos, si hago esto contigo tendré muchos otros escritores que se enojarán conmigo; siempre he rechazado esos ofrecimientos. Espero que me comprendas y no dejo de agradecerte y felicitarte por tú trabajo”.
Con Tomás Eloy habíamos conversado sobre la azarosa vida de nuestro querido ajedrez argentino; le preocupaba y le dolía las dificultades que debían atravesar los maestros para su subsistir de esta profesión, con tan magra paga y escasos reconocimientos. Quizás su mente, que en tiempos de juventud idealizó al juego hasta su semejanza de la vida, nunca llegó a escrudiñar hasta dónde el hombre (ajedrecista) podría confundir dignidad por conveniencia. Cómo las mismas manos que habían encendido el fuego sagrado de su creación podrían apagarlo. Qué clase de artilugios o trampas utilizaría para conquistar un premio, o una norma (en cualesquiera de sus categorías: de Maestro FIDE, Maestro Internacional o Gran Maestro).
Sobre las trampas tecnológicas en el mundo del ajedrez ya hemos escrito sobre ello en La Nación:
Incluso en las últimas semanas se conoció que en Croacia, un ajedrecista búlgaro fue obligado a desnudarse para comprobar si contaba en su cuerpo con algún dispositivo oculto. Y en Irlanda, un jugador irrumpió de una patada la puerta del servicio y sorprendió a su rival, sentado, con una Tablet que contenía un potente software de ajedrez. Ahora la federación irlandesa de ajedrez tiene un doble conflicto: un caso de trampa y otro de violencia a un menor.
La postura de la Asociación de Ajedrez Profesionales (ACP)
Ahora el caso argentino está en manos de la FIDE y el presidente de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA), el Ing. Mario Petrucci fue invitado a la próxima reunión de Junta de Presidentes donde se leerá el informe de la Comisión de Ética de la federación internacional.
“Como presidente de FADA soy responsable de lo que pasa y pasó en el ajedrez argentino, pero que quede claro que aquí no se ha sancionado a nadie. Y si bien tenemos facultad para actuar según dictamine la FIDE o por fuera de ella, según lo dice nuestro Estatuto, lo que hemos abierto en esta etapa de recopilación de informes, es un registro para que las personas o entidades tengan 30 días para realizar su descargo -sí correspondiere- o para solicitar el análisis o consideración de otros casos”, contó Petrucci.
Las trampas, la avaricia, el fraude y negociados son también parte del mundo del ajedrez de los vencidos. Como intuía Tomás Eloy Martínez, el juego y la vida, a veces son una misma cosa.
Frente al tablero de la vida, millones de ajedrecistas y amantes de este juego esperan una definición: el fin de los engaños y de los verdaderos vencidos.
CARLOS ILARDO
Periodista especializado en temas de ajedrez; hace 20 años que escribo en el diario LA NACION, LN Revista (2004) y Canchallena (2009). Con experiencia radial en: Continental y Nacional, y en sitios On Line: TyCSports, Chessbase, y Chessdom. Autor de los libros: Jugadas de la Memoria, Bobby Fischer La Leyenda, y 20 siglos de historias y los grandes hitos argentinos.
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